La ruta sigue mas allá de las luces de la autopista, secando al ojo de la lágrima te perderás de vista. Como un relámpago en la fría noche, cruzarás los abismos, esos que guardan a la sombra que te oculta de vos mismo. Hay algo extraño ahí del otro lado que te teme y te da la mano para llegar hasta vos.