Detesto el echo de que haya vuelto la misma sensacion que tengo desde los 11 años. No es que en algun momento se haya ido, pero al menos antes sabía ocultarlo. Me salía fácil la sonrisa despreocupada, la mirada arrogante de "no me importas una mierda", el mirarte de la misma manera en la que miraría el escremente de mi perro. Y sin embargo, no sé,
algo regresó.
Here we go again.
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