En la etapa de la adolescencia los amigos son probablemente uno de los factores más importantes, pues dependiendo de con quiénes se desarolle el niño forjará sus ideas, creencias y se perfilará hacia la imagen que será de adulto. Sin embargo, lo que ellos no entienden es que es muy difícil encontrar amigos realmente leales, amigos de verdad. Durante esta etapa sufrirán miles de decepciones, miles de dolores, miles de pérdidas, amigos que llegan y amigos que se van; pero, después de entenderlo, comprenderán por fin que todo tiene que ver con una etapa de aprendisaje. No es fácil mantener una amistad, ni siquiera para los adultos. De hecho, pocos adultos conservan muchas amistades, porque siempre son las verdaderas (esas pocas) las que realmente perduran en el tiempo. Esto no tiene nada que ver con cómo es cada uno, o quién comete errores que conlleven a la ruptura de una amistad, si no que es parte de la naturaleza misma humana: no todos podríamos relacionarnos durante mucho tiempo, no muchas maneras de pensar/hacer/sentir son compatibles. Por lo tanto, querido adolescente, cada vez que te topes con una piedra de éstas, respira hondo y aprende que un tropezón no es caída, y que todabía queda un largo camino por andar.