Querido Aguilar,

Yo no me puedo olvidar de vos, nunca me voy a olvidar de la mancha que le hiciste a River, de cómo lo humillaste, le robaste, lo rompiste, lo quebraste, lo llevaste a la verguenza y a la humillación. Yo no me olvido, querido Aguilar. Aunque me cuesten diez años, veinte, treinta, cuarenta, no voy a parar hasta saber que estás muerto, o al menos sufriendo, sufriendo al menos una milésima parte del dolor que siento hoy yo por River, yo y miles de hinchas. Hoy soy una pendeja de 17 años, pero mañana seré grande, y no te va a salvar nadie. No te va a salvar nadie; me voy a encargar de que te undas en tu propia mierda, que te quedes seco y te ahogues de dolor, hijo de re mil puta, con los sueños y el amor de la gente no se jode.

Es la primera vez que, durante el receso de invierno/verano de fútbol, no quiero que empiece el campeonato. Es la primera vez que no me muero las uñas esperando que vuelva el fútbol, esperando que empiece de nuevo el campeonato y todo lo que conlleva esto. Me duele el alma cada vez que pienso en que el 16 de agosto empieza el campeonato para mí: River recibe en el monumental a Chacarita, ahora en la B nacional. No puedo ni quiero entenderlo, y sé que aunque ahora el dolor se haya calmado un poco, sé que cuando vuelva el campeonato y lo vea por primera vez en la B, recién ahí voy a caer. Y el dolor que siento es inexplicable. ¿Qué te hicieron River de mi vida, qué te hicieron? Te mancharon, te golpearon, te dejaron caer, hace años lo vienen intentando y finalmente lo lograron. La única manera de manchar tu grandeza. Y fue con un presidente que de chico era hincha de Boca, y un director técnico que jugó en Boca, la puta madre ¡esos dos tuvieron la camiseta de Boca puesta!
Y lo peor de todo, es que los que te dirigen siguen sin ver, sin entender, que el torneo de la A y de la B son distintos. Hay que cambiar el planteo de juego, hay que cambiar la mentalidad, la táctica. No sirve con sólo ser River, esta vez vamos a necesitar mucho huevo para poder volver. Preguntale si no a Rosario Central, miralo, mirá cómo no puede remontar, y aprendé, River, por favor, ayudame a volver a sonreír.
No quiero tener que sentir más este vacío que siento, quiero que cuando juegues decir "todo va a estar bien, vamos a volver". Quiero poder cerrarle el culo a todos los que se la dan de sabiondos del fútbol, a los caraduras que salen a hablarte como si ellos nunca hubieran descendido (racing, san lorenzo). Quiero que no me hablen más, que me dejen sola con mi pasión y mi dolor, que me dejen vivirlo a mi manera. Que me dejen de repetir lo que ya sé, que me dejen ver lo que quiero y tratar de vivirlo con tranquilidad.
No quiero tener que ver a Defensa y Justicia jugando contra River en el monumental. No se, no hay un manual que explique cómo vivirlo. Siento mucha confusión, realmente no se qué hacer. Probablemente este campeonato no vaya a ver a Defensa, no puedo hacerlo, simplemente, no puedo festejar sus goles sabiendo que su resultado puede perjudicar a River. No soy madre, pero creo que esta elección es como si tuviera que elegir entre dos hijos que amo, ¿hacia dónde correr, qué hacer?
Aunque me digan "ya está, ya pasó", para mí no pasó. El problema está, persiste. La tristeza la sigo sintiendo. Voy a seguir a River esté donde esté, pero simplemente no puedo ni quiero entender lo que está pasando. ¡No puedo!

LA MAGIA SÓLO MORIRÁ CUANDO DEJES DE CREER EN ELLA.

Un libro que me causó miles de sensaciones. Jamás me gustaron las películas, pero siempre fuí a verlas; y el jueves, cuando vea la última, volveré a revivir toda la tristeza que me dió leer el final en el libro. Porque es el final de una etapa, el final de algo mágico que me acompañó toda mi infancia, alguien con quien crecí, el culpable de que me acostara tarde por querer terminar el libro. Saga que seguiré releyendo toda mi vida, porque me sigue causando miles de sensaciones, porque es simplemente genial. Y el momento en el que vea a mi hijo también leyendo esos libros que tengo en mi biblioteca ordenados por número (y el 7 que tengo en inglés también porque no podía aguantar las ganas de saber cómo terminaba, así que primero lo leí en inglés y cuando salió en castellano, meses después, también lo compré en español con las mismas ganas, el primer día que salió, aún sabiendo lo que iba leer, sabiendo el final)... Cuando mi hijo sepa inglés y pueda leer Harry Potter 7 sólo sin ayuda, las lágrimas me van a ahogar, va a ser la misma sensación que sentiré el día que se ponga una camiseta de River por primera vez. El sentimiento de que le estoy legando algo hermoso!

Y con los ojos cerrados te seguí. Si yo busqué dolor lo conseguí. 

No eres la persona que pensé, que creí, que pedí.
Mientes, me haces daño y luego te arrepientes;
ya no tiene caso que lo intentes, no me quedan ganas de sentir. 

y hoy estoy mejor sin ti.