Guns N Roses

domingo, 23 de diciembre de 2012

El otro amor.

Dicen que a lo largo de nuestra vida, tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos… Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella… 
Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderás para siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado… que las fuerzas de la química escapan a la razón y les impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejarás de intentarlo, te rendirás y buscarás a esa otra persona que acabarás encontrando. 
Pero te aseguro que no pasarás una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más… Todos saben de qué estoy hablando, por que mientras están leyendo estas lineas, se les ha venido su nombre a la cabeza… te librarás de él ó de ella dejarás de sufrir, conseguirás encontrar la paz (la sustituirás por la calma) pero te aseguro que no pasará un día en que no desees que este aquí para perturbarte. Porque a veces se desprende más energía discutiendo con alguien que amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.
Paulo Cohelo, extraído del libro El Zahir.

domingo, 24 de junio de 2012

Conclusiones del descenso (parte II)


En agosto del 2011, en mi viaje de egresados, nos llevaron a un lago donde había una leyenda: si tomabas un poco de agua sin usar las manos y pedías un deseo, éste se cumpliría. Sintiéndome un poco tonta, pero guiándome por la necesidad de utilizar este recurso para pedir un deseo que necesitaba, lo hice: pedí que River Plate volviera a la primera A, lugar que jamás debería haber abandonado.
Días después, refugiada en una habitación con una amiga, ví el primer partido de River en la B nacional. Ganamos 1 a 0. Recuerdo haber salido por el pasillo gritando, extasiada, "quiero que el chori baile para la baaanda, ooh el chori en tanga!". Claro, me encontraba en ese estado de ebriedad-alegríaextrema-locura o lo que sea que traiga Bariloche.
Cuando regresé a mi casa, lejos de esa alegría barilochense, mi cuerpo recuperó el dolor que por 10 maravillosos días había olvidado: River estaba en la B.
Una grieta se reabrió en mí, una aguja que me pinchaba el corazón todo el tiempo, y que no paraba de dolerme. Las sonrisas me costaban el doble, nada tenía sentido.
Durante 363 días viví un infierno. Nada estaba en su lugar. No era el River que yo recordaba de mi infancia, era un River que se había caído en pedazos. Matías Almeyda fue mi héroe en ese fatídico 27 de junio de 2011, donde yo me había despertado en un mundo que no tenía sentido porque River estaba en la B, fue un héroe porque agarró y se hiso cargo de un equipo totalmente destrozado que nadie quería agarrar. Durante 38 fechas, odié y puteé jugadores, grité y ovacioné jugadores, me peleé y me reconcilié con el Pelado: pero por fin, este 23 de junio de 2012, el deseo que pedí en Bariloche se me hiso realidad: River volvió a primera. Rivière retournè.
No festejé esto, más bien me alegré y recuperé el aire. Me sacaron una espina del corazón: la herida quedará, pero de a poco yo voy a sanar. Al fin pude despertarme de esta eterna agonía, al fin volví a sonreír. River está resucitando, y así como tuvimos las malas, quiero creer que las buenas ya van a venir.
Espero que esta resurrección sea el comienzo de un nuevo nacer, que River vuelva a ser River: el que ganaba todo, el que se llevaba a todos por delante.
Las buenas están por venir!
Si pedir el deseo en el lago fue lo que nos salvó, si fueron los rezos y cábalas de millones de personas lo que nos salvó, si fue el amor de los jugadores por la camiseta, no lo puedo asegurar. Solo sé que River volvió, y está más GRANDE que nunca.