Guns N Roses

jueves, 25 de septiembre de 2008

Ella lo miró pasar. A tres metros estaba, y sin embargo algo le impedía moverse para acercarse él. Se miraron sin decirse nada y, por alguna razón, ambos apartaron la mirada. Un saludo ya no bastaba. Un saludo la hacía sentir vacía, como si un frío le llenara los pulmores. Hubiera preferido mil veces que él la ignorara, o que ni le hablara, pero no, él aparecía siempre ahí para hacerle saber que estaba TAN cerca, que cada vez estaba MÁS LEJOS. Para recalcarle que jamás estaría para ella, para mostrarle lo equivocada que había estado ella cuando soñaba con ser parte de sus sueños. Para hacerla sufrir, para mostrarle continuamente que sabía a la perfección sus debilidades, para mostrarle siempre que eran TAN IGUALES, con caracteres tan parecidos, tan histéricos los dos, tan vengativos, tan ORGULLOSOS, tan resentidos estaban... Y ella lo miraba con esa mirada única que tenía sólo para él, y él le devolvía una mirada carente de cariño, carente de amor... "¿Por qué no me dejas tranquila?" le preguntó ella en su sueño, "Porque me gusta saber que sos la única que piensa en mí" le contestó él. Pero no le importaba que ella fuera la única, la única que había pensado en él desde hacía años. No le importaba nada de eso, sólo le importaba molestarla, hacerla sentir un ser miserable y muy por debajo de él.

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