No, no intentes disculparte,
no juegues a insistir:
las excusas ya existían antes de ti.
No, no me mires como antes,
no hables en plural;
la retórica es tu arma más letal.
Voy a pedirte que no vuelvas más,
siento que me duelas todavía aquí
adentro.
Y que a tu edad sepas bien lo que es
romperle el corazón a alguien así.
No se puede vivir con tanto veneno,
la esperanza que me dio tu amor
no me la dio más nadie,
te juro, no miento.
No se puede vivir con tanto veneno,
no se puede dedicar el alma
a acumular intentos.
Pesa más la rabia que el cemento.
Espero que no esperes que te espere
después de mis 26,
la paciencia se me ha ido hasta los pies.
Y voy deshojando margaritas
y mirando sin mirar,
para ver si así, te irritas y te vas.
Voy a pedirte que no vuelvas más:
siento que me duelas todavía aquí
adentro.
Y que a tu edad sepas bien lo que es
romperle el corazón a alguien así.
Recuerdos de Kenia.
Hace 3 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario