Guns N Roses

jueves, 18 de junio de 2009

Estábamos en una esquina del lugar. Frente a nosotros dos, pasaba gente gritando, hablando, riendo, haciendo mucho ruido. Sin embargo, ese ruído no llegaba completamente a mis oídos: no me importaban los demás, no me importaba lo que pasaba a nuestro alrededor. Me dí cuenta en ese momento que de repente, él había pasado a ser alguien importantísimo en mi vida. Lo miré y no pude apartar la vista. ¿Por qué eran tan fuckinmente inalcanzable? Se dio cuenta que lo miraba y me miró también, con una leve sonrisa. Pero sus ojos no decían nada, no me daban ninguna pista. Era como mirar un abismo, un abismo sin explicación. Lo había observado tanto que había sacado demasiadas concluciones, todas iguales; todas terminaban en la frustante idea de que sus ojos no decían nada, ni fú ni fá. Estiré la mano para rozarle la cara, ¡era tan perfecto!

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