Voy a escribir esto porque necesito decirte muchas cosas. Voy a escribir esto ahora porque hoy vi algo que me hizo acordar a vos.
La verdad es que cuando pienso en vos, el primer sentimiento que se me viene es el DESILUCIÓN. Desilución porque de todas las personas de las que esperaba que me olvidara, jamás se me hubiera ocurrido que vos te ibas a encontrar entre ellas. De todas las personas que conozco, jamás hubiera esperado que vos me dejaras.
Hace casi dos años, cuando íbamos al colegio juntas, estubiste en el peor momento de mi vida. Estubiste en ese momento clave, cuando se me derrumbaba el mundo, cuando me sentía sola, rota. Cuando sentí que lo había perdido todo, que no tenía nada, ahí estubiste vos. Fuiste la única persona que me escuchó, que me abrazó y me bancó todas las mañanas. Fuiste la única que conocía mas o menos todo lo que sentía, y que aceptó sin cuestionarme nada mi decisión de cambiarme de colegio. Fuiste mi mejor amiga, yo sentía que lo éramos.
Pero de repente me cambié de colegio y te perdí. Te llamé veinte millones de veces, y jamás me contestabas. Cuando me contestabas, hablábamos un poco y me decías "Ui me tengo que ir, en un rato te llamo"; y jamás recibía esa llamada. Dejé de llamarte porque me dió la impresión de que no te importaba nada, ¿y mucho no me equivoqué, no? Después de todo hace meses que no hablamos y sigue sin preocuparte mi vida. Esto ya te lo dije una vez que te crucé, por el mes de marzo, en la cara, y me dijiste "si ya se". No se, yo intenté todo lo que estaba en mis manos por seguir con nuestra amistad. Pero realmente fue una gran desilución. Porque de todas las "amistades" (sí, lo pongo entre comillas) que perdí después de cambiarme de colegio, JAMAS hubiera pensado que una de esas personas serías vos.
Me duele todabía pensar en lo lindo que sería continuar nuestra amistad, me duele porque yo no me olvido todo lo que hiciste por mí y las veces que estubiste al lado mío. Duele porque yo confiaba ciegamente en vos y en nuestra amistad, y apostaba a que duraría para siempre. ¿Te acordás de nuestro pacto de sangre? Yo sí.
Espero que alguna vez te des cuenta de cómo se siente, o que al menos algún día me digas "ya fue, dal, no me importas. punto."; porque yo sigo sintiendo que te debo mil cosas por la cantidad de veces que me bancaste. Quería que sepas que te quise muchísimo, te adoré con todo mi corazón. Y me gustaría saber el por qué de tanta indiferencia.